viernes, 18 de enero de 2008

Una maravilla hoy

Confieso que me gusta la acción, la adrenalina que provoca el movimiento. La energía que generan los desafíos.

Pero para ser sincero, tanto movimiento muchas veces me impide descubrir y gozar esos pequeños milagros que la vida nos regala escondidamente en la cotidianeidad.

Hoy me encontré con uno de esos momentos fantásticos.

Hace una semana me encuentro en Santo Domingo, República Dominicana, trabajando junto a grandes amigos. Hoy llamé a mi casa, en Santiago de Chile, para conversar con mis hijos e hijas. La llamada la recibió mi hija de 8 años, quien me contó que los ruidos a su alrededor eran provocados por la menor, de 1 año y 10 meses.

Al verla con ganas de tomar el teléfono le preguntó si quería hablar con el papá, a lo que la pequeña respondió con seguridad que "ya". Luego, en la línea, se escuchó fuerte y claro "papá!, chayo (su apodo)!" y luego "ao (su forma de decir chao, adiós)".

Hoy sostuve mi primera conversación telefónica con la menor de mis hijos. Esa fue la maravilla de hoy, veamos qué otras más vienen.

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